Laocoonte y sus hijos es un grupo escultórico griego de datación controvertida,[ aunque suele considerarse una obra original de principios de la era cristiana.[ Es una de las esculturas antiguas más famosas desde que fue desenterrada en Roma en 1506.[] Es muy probable que la estatua sea la misma que fue elogiada en los más altos términos por Plinio el Viejo, el principal escritor romano sobre arte.[ La obra es de un tamaño algo mayor que el natural, de 2,42 m de altura y está ejecutada en mármol blanco.[ Se encuentra en el Museo Pío-Clementino perteneciente a los Museos Vaticanos de Roma,[ y junto al Torso del Belvedere es el único original griego del antiquarium.[] Representa la muerte del sacerdote troyano Laocoonte, o Laoconte, castigado por los dioses a morir estrangulado por serpientes marinas junto a sus dos hijos, Antífante y Timbreo.
El grupo de Laocoonte ha sido llamado «el icono prototípico de la agonía humana» en el arte occidental.[ A diferencia de la agonía a menudo representada en el arte cristiano que representa la Pasión de Jesús y los mártires, el sufrimiento que se muestra en esta estatua no ofrece ningún poder redentor ni recompensa.[ La agonía se transmite a través de las expresiones contorsionadas de los rostros, en particular las cejas abultadas de Laocoonte, que Guillaume-Benjamin Duchenne calificó de imposibles fisiológicamente.[ Estas expresiones se reflejan en los cuerpos que luchan desesperadamente, especialmente el de Laocoonte, en el que cada parte de su cuerpo se muestra en tensión.[
Plinio atribuyó la obra, entonces en el palacio del emperador Tito, a tres escultores griegos de la isla de Rodas: Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas (pertenecientes a la Escuela de Rodas del periodo helenístico),[] pero no menciona la fecha ni el mecenas. En cuanto a estilo, se la considera «uno de los mejores ejemplos del barroco helenístico» y sin duda inscrita en la tradición griega.[] Sin embargo, su origen es incierto, ya que no se sabe si es una obra original o una copia de una escultura de bronce anterior. Algunos creen que es una copia de una obra de principios del periodo imperial, mientras que otros piensan que es una obra original de un periodo posterior, continuadora del estilo pergamino de unos dos siglos antes.[1 En cualquier caso, probablemente fue encargada para la casa de un romano rico, posiblemente de la familia imperial. Las fechas sugeridas para la estatua oscilan entre el 200 a. C. y la década de 70 d. C., siendo actualmente la fecha Julio-Claudiana (entre 27 a. C. y 68 d. C.) la preferida.[]
La Piedad del Vaticano o Pietà es un grupo escultórico en mármol realizado por Miguel Ángel entre 1498 y 1499. Sus dimensiones son 1,74 por 1,95 m. Se encuentra en la Ciudad del Vaticano.
La escultura representa a la Virgen María sosteniendo a Cristo muerto tras la crucifixión. El dramatismo que representa la escena se equilibra con la ternura y la belleza del conjunto: una madre joven implorando piedad por su hijo muerto.
Descripción e historia
Esta obra es de bulto redondo, lo que significa que se puede ver desde todos los ángulos, pero el punto de vista preferente es el frontal.
La Virgen María, joven, bella , piadosa, cuyas vestiduras se expanden con numerosos pliegues, sostiene a Cristo muerto y que, intencionadamente, aparenta mayor edad que la madre, en una composición triangular sosegada, llena de ternura y que muestra el dolor de una madre al ver a su hijo muerto en sus brazos. La juventud de la Virgen María es muestra del idealismo renacentista: se trata de representar el ideal de belleza y juventud, una madre eternamente joven y bella.
Vasari dijo de ella: «Es una obra a la que ningún artífice excelente podrá añadir nada en dibujo, ni en gracia, ni, por mucho que se fatiguen, en fortaleza, en poder de finura, tersura y cincelado del mármol».
La obra fue encargada por el cardenal de Saint Denis, Jean Bilhères de Lagraulas, benedictino, embajador del monarca francés ante la Santa Sede, al que el autor conoció en Roma. El contrato entre el cardenal y el artista se firmó el 26 de agosto de 1498, y en él se estipulaba, además del pago de 450 ducados de oro, que habría de estar terminada antes de un año; y en efecto, dos días antes de cumplirse el plazo la obra maestra ya estaba terminada, cuando el cardenal había muerto unos días antes, por lo que su primer emplazamiento fue sobre la propia tumba del prelado en la Capilla de Santa Petronila del Vaticano. La Piedad fue trasladada entre el año 1749 y 1750 a su ubicación actual en la basílica de San Pedro, la primera capilla a la derecha.
Fue la primera vez que el artista abordaba este tema iconográfico, luego repetido a lo largo de su vida con diversos tratamientos, que ponen de manifiesto su evolución artística y espiritual. La última de esta serie de Piedades sería la denominada Piedad Rondanini, que dejó inacabada al caer enfermo y morir, y cuyo patetismo, que anticipa el barroco, nada tiene que ver con la serenidad clásicamente renacentista de esta obra de juventud.
El artista contaba entonces veinticuatro años; había trabajado los dos últimos años en la realización de las figuras de la Virgen con el cuerpo de Cristo en las rodillas y el pulimentado de todos los detalles. Miguel Ángel comenzó por escoger personalmente en las canteras de los Alpes Apuanos de la Toscana el bloque de mármol más apropiado, sobre el que después no haría más que seguir los impulsos de su arte como escultor, es decir —como refiere Vasari—, quitando toda la materia pétrea sobrante del bloque hasta conseguir la forma pensada, pues para Miguel Ángel en el interior de un bloque de mármol está contenida toda la Naturaleza; el artista ve con los ojos del intelecto las formas encerradas en la piedra, en este caso el dolor de una madre que tiene sobre sus rodillas a un hijo asesinado; lo demás es cuestión de técnica y paciencia hasta descubrir las formas concretas.
Cuando la obra fue finalizada y entregada, algunos pusieron en duda que hubiera sido Miguel Ángel el verdadero autor de la misma, dudando de él por su juventud. Al enterarse, Buonarroti, en un arranque de furia, grabó a cincel su nombre en la escultura, siendo esta la única obra firmada del artista. En la cinta que cruza el pecho de la Virgen puede leerse: «Michael A[n]gelus Bonarotus Florent[inus] Facieba[t]» («Lo hacía Miguel Ángel Buonarroti, florentino»).
En esta escultura predominan las armonías de contraste. Hay tres:
- Primera armonía: los ejes del cuerpo de Jesús (líneas quebradas) se contraponen a los pliegues curvilíneos y angulados de los vestidos de la Virgen María.
- Segunda armonía: el brazo derecho de Jesús cae inerte. Este se contrapone al brazo izquierdo de la Virgen, que está lleno de vida y conmiseración.
- Tercera armonía: los pliegues de la Virgen con oquedades forman contrastes de claroscuro. Estos se contraponen a las superficies claras y lisas del cuerpo de Jesús, expresados en «sfumato».
Representa, como mencionamos anteriormente, el ideal de belleza del renacimiento.
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